"El vivo verde de los árboles se tiñe pálido y oscuro con el pasar de los días, las nubes pocas veces dan paso a los rayos del sol, el aire parece arrastrar algo extraño y siniestro en sus entrañas... La angustia y el miedo crecen en los habitantes de Konoha. El gran héroe y protector ha muerto en extrañas circunstancias, el orden y la paz están pendiendo de un pequeño hilillo que zigzaguea por los caminos de la aldea, reptando sigilosamente, esperando el momento.
Antes de que se realice el gran torneo Atarashii Taiyou, extrañamente se han citado todos los ninjas de los 5 países, incluso los del Mundo no conocido; desde genin, hasta los rangos más avanzados, para que demuestren sus habilidades. Algunos padres ya lloran a sus pequeños niños, a los menos habilidosos... pues se rumorea sobre el derecho a matar con impunidad en este nuevo "torneo". La inscripción a este espontáneo evento ha sido obligatoria para todos los estudiantes de las academias, sin embargo, también se han inscrito extraños sujetos que ni siquiera llevan con orgullo la insignia de su país.
Ha llegado el día, hace frío y llueven pequeñas gotas que al llegar a los labios se percibe fugaz, un extraño sabor, como dulce y agrio, viejo y fétido. Ninjas de todo el mundo están aquí, a las afueras del gran coliseo Uzumaki Naruto. Colores, formas y sonidos tan diferentes y variados como la vida misma. De pronto la tensión es interrumpida por el agudo chirrido de un micrófono en desuso, seguido de la voz nerviosa de Kayo sensei, quien, con la angustia y tristeza reflejada en su rostro, da comienzo al torneo de esta manera: "-Grandes guerreros, estudiantes, queridos alumnos... mis pequeños niños... -Kayo sensei contrae su rostro para evitar llorar. -Hoy es el día en que deberán demostrar la valentía que han heredado de los antiguos. Nos veremos después de esto, estoy seguro de que nos veremos. Damos comienzo al torneo Kuroi Kumo-."
13/04/2019
Las callejuelas que antaño recorríamos a diario, que conocíamos