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LUAN

por Anderson Marín

Hola, soy Luan,  tengo 23 años y desde que recuerdo puedo usar telequinesis,  también cambió de  forma. Sí, “qué bueno,” dirán ustedes, pero lamento informarles que todo esto tiene sus cosas malas, por ejemplo, debo luchar contra el mal para defender las vidas de las personas e incluso la mía.

A todo esto ya me he ido acostumbrando, pues cada día de  la semana no hago más que luchar,  luchar y luchar,  ya hasta me parece aburrido.  A veces, me pregunto qué pasaría si fuera malo.  No, no,  no, eso ni se piensa, ¡yo soy de los buenos!.

Ah por cierto, ¡Nunca, pero nunca, me llames súper héroe! ¡ porque lo lamentará ¡.

Cambiando de tema, como todos los que luchan contra el mal tienen un enemigo, yo también tengo uno. Te contaré:  él se llama Trent  pero, yo lo  llamo “Inteliburro”.  ¡Lo odio! No tiene poderes, además, nunca he conocido a  alguien con poderes aparte de mí. Bueno, volvamos al tema del inteliburro.   

Te preguntarás ¿cómo pelea y se defiende si no tiene poderes? La respuesta es simple, tiene un súper cerebro que lo utiliza para crear máquinas y robots inteligentes para ayudar y salvar a las personas… ¡si! Él es bueno, pero eso no quiere decir que yo sea malo, de hecho, se puede luchar para un mismo bando y a la vez ser enemigos.

Otra pregunta que te puedes hacer es: ¿si Trent no tiene súper poderes, por qué posee ese súper cerebro? . Respuesta: este súper cerebro es por estudiar tanto desde pequeño. Además tiene un chip integrado que lo hace ser uno de los más inteligentes del mundo.

Y ¿por qué nos odiamos? Nos odiamos por la forma de ser de él, es muy engreído y orgulloso. Para acortar,  tiene un ego muy grande.  

Bueno, sigamos.

Ahora les voy a contar mi historia.

Todo comienza en 1993. Sí, eso quiere decir que tengo 23 años ahora, pero eso no importa… en el 1993 nací yo, Luan, no sé donde;

Tampoco sé nada de mis padres ni quiero saber de ellos, me dejaron tirado en la basura.

Las personas que me rescataron de allí,  me dijeron que estaba metido en un huevo partido. Vieron que el huevo era de un material muy raro, tan raro que pareciera de otro planeta.

Me cogieron los vagamundos y me cuidaron como si fuera mis padres. El huevo lo dejaron en la basura. Debido a que era un material raro, de pronto los arrestaban o el material los podría matar.

Una vez pasaron la calle conmigo en brazos, llegaron al basurero: la policía, el ejército y otros del gobierno que no conocían.   Dice un vagabundo, “casi y nos cogen”.   me llevaron a su cambuche debajo de un puente, me miraron y se preguntaron qué harían conmigo. La señora que me tenía en brazos dijo: “pues, ¿qué vamos hacer? quedárnoslo, no lo vamos a botar, es un bebé”. Unos decían que me botaran, mientras que otros decían que me cuidaran.  Hasta que llegaron a un acuerdo, se separarían. Los que me querían adoptar eran 4, los que me querían botar eran 6, entonces se separaron ya solo quedaban tres hombres y una mujer. Esta mujer se llamaba Taski. Ella no me soltaba de sus brazos y  nos tuvimos que ir porque ellos eran más. Caminamos y caminamos hasta llegar a otro puente.  Como quince minutos después de haber llegado, Taski comenzó a revisar mis bolsillos, ya que yo tenia ropa y  la ropa, y encontró  una nota que decía: “YO SOY LUAN” y así me pusieron: Luan.

Luego de 5 años, ya  estaba en la escuela. Un día, allí pasó algo que me cambió la vida. Yo estaba normal en el recreo y unos niños me comenzaron a molestar porque yo no tenía apellidos, ya que los que Taski y los tres hombres, nunca me negaron que me encontraron en una basura y que no tenía padres.  También me molestaban porque era pobre y vivía en la calle. Yo no les decía nada, pero la verdad estaba muy molesto. Pasó media hora y se acabó el recreo, pero seguían molestando dentro de clase, ya estaba que explotaba. Ellos estaban detrás de mí y yo me volteé a mirarlos y a decirles que se detuvieran. En ese momento la profesora me gritó: “LUAAAN” y entonce, exploté de la ira y todo empezó a volar. Yo no creía lo que pasaba, todos gritaban, y lo más raro fue que yo era el único que no volaba. Salí corriendo para la puerta del salón, me quedé ahí unos 5 minutos y me tranquilice. De repente, todo cayó. Salí corriendo.

Al día siguiente, yo no quería ir a la escuela. Me preguntaron el porqué no quería volver. Yo les dije la verdad, pero no me creyeron. Seguían preguntando, y seguían, y seguían y seguían. Me enfade mucho y volví a explotar de la ira. Todo debajo del puente empezó a volar, hasta ellos. Luego me volví tranquilizar  y cayeron. Los tres hombres salieron corriendo excepto Taski. y me dijo: “lo que tu tienes es muy especial, apréndelo a controlar, pero nunca lo hagas para el mal, siempre para el bien”.

Pasaron otros 5 años más, ya tenía 10. Entonces, pasó otra cosa que fue muy rara. Todo comenzó como un día normal, yo ya no iba clases desde aquella vez.  Estaba mirando un juguete, me quedé mirándolo por varios minutos y me pregunté qué se sentiría ser ese juguete. Lo pensé en mi mente, y “PLOFFF” no me podía mover, ni mirar el cuerpo. Yo, asustado, atraje un espejo con mi poder y vi un juguete. No veía mi cuerpo y comencé a gritarle a Taski. Cuando llegó casi se desmaya también. Le pregunté a Taski cómo podría volver a mi cuerpo y me dijo: “vuelve a repetir lo que hiciste para convertirte en el juguete”.   Lo volví a hacer, pero esta vez pensé en mi cuerpo y ¡Plufff! volví a mi a ser yo.

Estaba muy feliz y a la vez asustado por pensar que podría pasarme de nuevo y tal vez no podría volver a mi cuerpo, pero ese miedo con el tiempo se me fue quitando hasta que lo aprendí a controlar. Me podía transformar en todas las cosas que veía o que conozco, pero en lo único que no pude transformarme fue en un ser vivo, sólo en cosas inertes. Si intentaba transformarme en un ser vivo me ardía todo el cuerpo. Solo lo intenté una vez y nunca más volveré a hacerlo.

Seis años más tarde pasé por el momento más triste de mi vida: Taski murió y ni cuenta me di. Era por la mañana y desperté. Vi que no estaba Taski despierta, ella se levantaba muy temprano. Entonces fui a despertarla, pero no despertó nunca, no entendía lo que pasaba. Cuando reaccioné, salí gritando: ¡una ambulancia, una ambulancia, ayuda! 

La gente me decía: ¡qué pasa!, ¡qué pasa!

yo les dije: “mi mamá no despierta, llamen a una ambulancia”-. Y la llamaron.

Después de unos minutos llego la ambulancia, pero no se la llevó. Llamaron a la policía y estos llamaron a unos hombres vestidos de blanco que metieron a Taski en una bolsa.  Yo les gritaba: ¡qué hacen, no!, las personas que miraban dijeron que ya no se podía hacer nada, que ya estaba muerta, yo no lo creía.

Salí corriendo mientras que pensaba ¡es mentira, pura mentira! Corría y todo detrás de mí salía expulsado, me transformaba en miles de cosas inconscientemente. Ya llevaba así 5 minutos, cuando más adelante vi unos soldados tapando la calle. Mire atrás y todo estaba destrozado, pero también estaban los soldados. Entonces, me di cuenta de que me tenían rodeado. Rápidamente vi que se acercaban y me preparaba para pelear. Sin darme cuenta, me dispararon un dardo tranquilizante, me dolió un poco y caí al suelo completamente dormido. Cuando desperté estaba en un cuarto vacío, pero las paredes tenían una historia.  La vi: un bebé que estaba con sus padres, pude darme cuenta de que estos eran malvados porque robaban, mataban y destrozaban mundos. Vi que esa familia no era humana y que tenían poderes: La mamá podía levantar cosas y volar, el papá podía controlar los 4 elementos. Ellos estaban pasando por el planeta tierra y mientras que controlaban la nave, el bebé cogió una cápsula de escape sin querer y cae en un bote de basura.

 Sí, yo tampoco lo creía, era mi historia.

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